Una amiga me mandó este mensajito que me gustó mucho y por eso quisiera compartirlo con ustedes:
Que en 2015 se cumplan casi todos nuestros deseos, menos los de venganza.
Que el tiempo corra a la medida de nuestros pasos.
Que amemos todo lo que podamos y que nos amen más todavía.
Que tengamos algún pecho calentito donde descansar –sea fraterno, materno, amistoso o amoroso- y que las penas y las alegrías sean compartidas, para soportarlas o gozarlas.