Y existe también la palabra dentro del soñar mismo, la palabra soñada, la palabra que transita, como habiéndose escapado de algún lugar de donde la palabra rara vez suele venir: de ese remoto silencio, fondo, horizonte, océano de silencio, de donde llegan las palabras sueltas, solas, como sin dueño; las palabras que visitan y que se presentan cuando el sujeto dormido o en vela, no está en situación de hablar, ni pretende hacerlo.Son palabras reveladoras, aunque su revelación no se entienda o aunque no traigan ninguna manifestación determinada, pueden ser reveladoras simplemente de la palabra misma; del misterio de la palabra.
María Zambrano
16/9/10
15/9/10
Alta traición
Para celebrar el "grito" con uno de mis poemas preferidos:
Alta Traición
José Emilio Pacheco
No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.
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