4/7/10
Tiempo de vida
“Contamos con el arte para que la verdad no nos destruya”. Esta frase de Nietzsche fue elegida por Marcos Giralt Torrente como epígrafe para su libro Tiempo de vida. ¿Y cuál es esa verdad que puede destruir en la obra más reciente del autor madrileño? La de la relación que tuvo con su padre, el pintor Juan Giralt. Una relación difícil, compleja, cargada de malentendidos, y a la vez, por supuesto, de amor incondicional; relación de la cual el hijo va dando cuenta a través de un tono confesional en páginas que inician con la muerte. La tristeza se mezcla con el desasosiego que provoca la orfandad en esta propuesta de escritura que trata de entender los lazos que se tejieron entre padre e hijo, tal como lo hicieron otros escritores en las diversas obras a las que Giralt se acercó buscando respuestas a sus propias preguntas: La invención de la soledad de Paul Auster, Patrimonio de Philip Roth, Mi oído en su corazón de Hanif Kureishi, entre otras. Pero fue necesario que él mismo se sumergiera en su interior, en sus propios recuerdos, en las imágenes que fue construyendo con los años, en el dolor por el tiempo de convivencia perdido, para poder resolver siquiera en una pequeña medida una vida de desencuentros.
Tiempo de vida es una novela del duelo, pero no por ello hace concesiones. Marcos Giralt es implacable con todos los personajes que se mueven en el drama familiar empezando por sí mismo, intuyendo que quizás nada hubiera cambiado en las relaciones tejidas entre todos aun habiendo sabido el desenlace. Y sin embargo, nos queda la memoria…
Por lo que compartimos de pérdida, por la parte del dolor que está siempre dentro nuestro, por los rostros queridos que no veremos más, copia estas líneas y le agradezco a Marcos Giralt Torrent la posibilidad de haber llorado todas las ausencias este fin de semana:
Se necesitan muchos días sin oír el teléfono la voz de una persona para acostumbrarnos a su ausencia; se necesitan muchos días reprimiendo el impulso de llamarla para acostumbrarnos a que ya no contestará, se necesitan muchos días guardándonos comentarios que sólo a ella haríamos para acostumbrarnos a que en adelante será así, se necesitan muchos días preguntándonos que diría de algo sobre lo que, sabemos, tendría una opinión más certera que la nuestra para acostumbrarnos a que a partir de ahora deberá bastarnos con nuestro criterios, se necesitan muchos días mirando sus fotos para acostumbrarnos a que son las fotos de un muerto, se necesitan muchos días contemplando lo que nos legó para acostumbrarnos a que ya no es suyo sino nuestro, se necesitan muchos días haciendo recuento de vivencias comunes para acostumbrarnos a que jamás se repetirán, a que sólo nos queda la memoria. (p.198)
Datos biográficos de Marcos Giralt Torrente
http://www.anagrama-ed.es/autor/434
3/7/10
Nuestros escarabajos
14/6/10
En busca del cuento perdido
Hola a todos,
Hoy, lunes 14 de junio, de 15 a 15:30 hrs.empezamos "En busca del cuento perdido", un programa hecho conjuntamente por el Instituto Mexicano de la Radio y la Universidad del Claustro de Sor Juana. Se transmitirá por Horizonte. Escúchenlo en el 107.9 fm en la ciudad de México, o en línea http://www.horizonte.imer.com.mx/
Escríbanme a ver qué les parece.
Hoy, lunes 14 de junio, de 15 a 15:30 hrs.empezamos "En busca del cuento perdido", un programa hecho conjuntamente por el Instituto Mexicano de la Radio y la Universidad del Claustro de Sor Juana. Se transmitirá por Horizonte. Escúchenlo en el 107.9 fm en la ciudad de México, o en línea http://www.horizonte.imer.com.mx/
Escríbanme a ver qué les parece.
22/5/10
Al azar
29/4/10
España al revés
“España al revés”. Por la memoria. Por la justicia.
El Universal 24 de abril de 2010
Para Pablo Lorenzano Menna,
hijo de desaparecidos,
hermano de todos
“Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero, si me quieres escribir ya sabes mi paradero, tercera brigada mixta, primera línea de fuego. Tercera brigada mixta, primera línea de fuego…”, cantaba mi madre mientras íbamos en el coche rumbo a la playa, en un camino que a mis hermanos y a mí nos parecía interminable, y que sólo las canciones que desafinábamos en familia (ni modo, tengo que ser honesta: ninguno de nosotros heredó el oído del abuelo cellista) hacían más o menos llevadero. “El Ejército del Ebro, rumba la rumba, la rumba la. El Ejército del Ebro, rumba, la rumba, la rumba la, una noche el río pasó. Ay Carmela. Ay Carmela”.
Esas canciones fueron lo primero que supe de la Guerra Civil Española. Eso y algunos poemas de García Lorca, de Machado, de Miguel Hernández. Porque sí - volveré a ser honesta, aunque me dé un poco de pena - también nos daba por decir poemas.
Cuando años más tarde, el maravilloso Luis Rius poblaba sus clases de la mejor poesía en nuestra lengua, con esa voz suya que hacía que todas y todos nos enamoráramos perdidamente de su ya entonces “triste figura”, yo me sentía en familia. Tengo que aclarar que mi madre no era española, ni hija ni nieta de camborios, Simplemente estaba convencida de que las luchas de todos los pueblos por un mundo más libre y más justo (qué grandilocuentes suenan de pronto estas palabras) eran su propia lucha (difícil explicar esto en el reino de la banalidad y el individualismo en el que estamos inmersos, ¿no?). El “internacionalismo”, la solidaridad, el compromiso, formaban parte de su identidad. De la de ella y de toda una generación (ésa que fue diezmada por la dictadura militar argentina). Era por eso que una parte de su corazoncito estaba con el experimento democrático más entrañable del siglo XX: la República Española.
Me acordé de todo esto hace un par de semanas; el 14 de abril claro, como cada 14 de abril, fecha del nacimiento de la República. Hoy hace ya 79 años. “Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero. Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero…”. ¡Qué tema éste de la memoria histórica! ¡Qué tema cuando lo más fácil es apretar la tecla “delete” para que “no quede huella, que no y que no”, como canta Bronco! Pero la huella está. Están las heridas todavía abiertas. Están los sobrevivientes que con el rostro ajado y el puño en alto se reunieron frente al muro de la ignominia en el Cementerio de la Almudena en Madrid.
Allí donde fueron fusilados más de 3,000 republicanos entre 1939 y 1943, en pleno régimen franquista, y llevaron claveles rojos que pusieron junto a las fotos de las víctimas. Está el viejo militante que participó, envuelto en la bandera roja, amarilla y morada, en la ceremonia de Buchenbald donde pasó largos, larguísimo meses. Están los hijos y nietos que buscan los cuerpos de sus seres queridos, que reclaman justicia, que cantan aún el Himno de Riego, y que hoy firman los cientos de cartas de apoyo al Juez Baltasar Garzón que circulan por el mundo. Porque parece increíble, pero es cierto: el juez que quiere hacer valer la justicia para condenar los crímenes de Franco es hoy un perseguido por ese mismo sistema judicial al que pertenece. Él es el perseguido. No los crímenes.
¿Es éste el pacto sobre el cual se ha sostenido la democracia en España? ¿Un pacto de silencio y “olvido”? Acusan a Garzón de prevaricación por investigar los crímenes y desapariciones ocurridos durante el franquismo, algo supuestamente fuera de su competencia, según lo establecido en la Ley de Amnistía.
Pero ¿dónde queda entonces el pedido de nulidad de dicha ley que ha hecho la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas? Los crímenes de lesa humanidad no están sujetos a ella. Los crímenes de lesa humanidad no prescriben. “España al revés: corruptos y fascistas juzgan al juez”, es una consigna que se grita en las manifestaciones de apoyo al Juez Garzón.
La escritora Almudena Grandes, los poetas Luis García Montero y Marcos Ana, Pedro Almodóvar, los actores Pilar Bardem, Aitana Sánchez Gijón y Juan Diego Botto, entre otros, han creado la “Plataforma contra la Impunidad del Franquismo”, y en uno de sus actos han recitado poemas de Miguel Hernández. “Para la libertad, sangro lucho, pervivo…”. Los mismos que nos enseñaba mi madre.
El Universal 24 de abril de 2010
Para Pablo Lorenzano Menna,
hijo de desaparecidos,
hermano de todos
“Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero, si me quieres escribir ya sabes mi paradero, tercera brigada mixta, primera línea de fuego. Tercera brigada mixta, primera línea de fuego…”, cantaba mi madre mientras íbamos en el coche rumbo a la playa, en un camino que a mis hermanos y a mí nos parecía interminable, y que sólo las canciones que desafinábamos en familia (ni modo, tengo que ser honesta: ninguno de nosotros heredó el oído del abuelo cellista) hacían más o menos llevadero. “El Ejército del Ebro, rumba la rumba, la rumba la. El Ejército del Ebro, rumba, la rumba, la rumba la, una noche el río pasó. Ay Carmela. Ay Carmela”.
Esas canciones fueron lo primero que supe de la Guerra Civil Española. Eso y algunos poemas de García Lorca, de Machado, de Miguel Hernández. Porque sí - volveré a ser honesta, aunque me dé un poco de pena - también nos daba por decir poemas.
Cuando años más tarde, el maravilloso Luis Rius poblaba sus clases de la mejor poesía en nuestra lengua, con esa voz suya que hacía que todas y todos nos enamoráramos perdidamente de su ya entonces “triste figura”, yo me sentía en familia. Tengo que aclarar que mi madre no era española, ni hija ni nieta de camborios, Simplemente estaba convencida de que las luchas de todos los pueblos por un mundo más libre y más justo (qué grandilocuentes suenan de pronto estas palabras) eran su propia lucha (difícil explicar esto en el reino de la banalidad y el individualismo en el que estamos inmersos, ¿no?). El “internacionalismo”, la solidaridad, el compromiso, formaban parte de su identidad. De la de ella y de toda una generación (ésa que fue diezmada por la dictadura militar argentina). Era por eso que una parte de su corazoncito estaba con el experimento democrático más entrañable del siglo XX: la República Española.
Me acordé de todo esto hace un par de semanas; el 14 de abril claro, como cada 14 de abril, fecha del nacimiento de la República. Hoy hace ya 79 años. “Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero. Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero…”. ¡Qué tema éste de la memoria histórica! ¡Qué tema cuando lo más fácil es apretar la tecla “delete” para que “no quede huella, que no y que no”, como canta Bronco! Pero la huella está. Están las heridas todavía abiertas. Están los sobrevivientes que con el rostro ajado y el puño en alto se reunieron frente al muro de la ignominia en el Cementerio de la Almudena en Madrid.
Allí donde fueron fusilados más de 3,000 republicanos entre 1939 y 1943, en pleno régimen franquista, y llevaron claveles rojos que pusieron junto a las fotos de las víctimas. Está el viejo militante que participó, envuelto en la bandera roja, amarilla y morada, en la ceremonia de Buchenbald donde pasó largos, larguísimo meses. Están los hijos y nietos que buscan los cuerpos de sus seres queridos, que reclaman justicia, que cantan aún el Himno de Riego, y que hoy firman los cientos de cartas de apoyo al Juez Baltasar Garzón que circulan por el mundo. Porque parece increíble, pero es cierto: el juez que quiere hacer valer la justicia para condenar los crímenes de Franco es hoy un perseguido por ese mismo sistema judicial al que pertenece. Él es el perseguido. No los crímenes.
¿Es éste el pacto sobre el cual se ha sostenido la democracia en España? ¿Un pacto de silencio y “olvido”? Acusan a Garzón de prevaricación por investigar los crímenes y desapariciones ocurridos durante el franquismo, algo supuestamente fuera de su competencia, según lo establecido en la Ley de Amnistía.
Pero ¿dónde queda entonces el pedido de nulidad de dicha ley que ha hecho la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas? Los crímenes de lesa humanidad no están sujetos a ella. Los crímenes de lesa humanidad no prescriben. “España al revés: corruptos y fascistas juzgan al juez”, es una consigna que se grita en las manifestaciones de apoyo al Juez Garzón.
La escritora Almudena Grandes, los poetas Luis García Montero y Marcos Ana, Pedro Almodóvar, los actores Pilar Bardem, Aitana Sánchez Gijón y Juan Diego Botto, entre otros, han creado la “Plataforma contra la Impunidad del Franquismo”, y en uno de sus actos han recitado poemas de Miguel Hernández. “Para la libertad, sangro lucho, pervivo…”. Los mismos que nos enseñaba mi madre.
22/4/10
19/4/10
14/4/10
14 de abril
Con la República Española en el recuerdo. Por la memoria. Por la justicia.
ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ
César Vallejo
Niños del mundo,
si cae España -digo, es un decir-
si cae
del cielo abajo su antebrazo que asen,
en cabestro, dos láminas terrestres;
niños, ¡qué edad la de las sienes cóncavas!
¡qué temprano en el sol lo que os decía!
¡qué pronto en vuestro pecho el ruido anciano!
¡qué viejo vuestro 2 en el cuaderno!
¡Niños del mundo, está
la madre España con su vientre a cuestas;
está nuestra maestra con sus férulas,
está madre y maestra,
cruz y madera, porque os dio la altura,
vértigo y división y suma, niños;
está con ella, padres procesales!
Si cae -digo, es un decir- si cae
España, de la tierra para abajo,
niños, ¡cómo vais a cesar de crecer!
¡cómo va a castigar el año al mes!
¡cómo van a quedarse en diez los dientes,
en palote el diptóngo, la medalla en llanto!
¡Cómo va el corderillo a continuar
atado por la pata al gran tintero!
¡Cómo vais a bajar las gradas del alfabeto
hasta la letra en que nació la pena!
Niños,
hijos de los guerreros, entretanto,
bajad la voz, que España está ahora mismo repartiendo
la energía entre el reino animal,
las florecillas, los cometas y los hombres.
¡Bajad la voz, que está
con su rigor, que es grande, sin saber
qué hacer, y está en su mano
la calavera hablando y habla y habla,
la calavera, aquella de la trenza,
la calavera, aquella de la vida!
¡Bajad la voz, os digo;
bajad la voz, el canto de las sílabas, el llando
de la materia y el rumor menor de las pirámides, y aun
el de las sienes que andan con dos piedras!
¡Bajad el aliento, y si
el antebrazo baja,
si las férulas suenan, si es la noche,
si el cielo cabe en dos limbos terrestres,
si hay ruido en el sonido de las puertas,
si tardo,
si no veis a nadie, si os asustan
los lápices sin punta; si la madre
España cae -digo, es un decir-
salid, niños del mundo; id a buscarla!…
ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ
César Vallejo
Niños del mundo,
si cae España -digo, es un decir-
si cae
del cielo abajo su antebrazo que asen,
en cabestro, dos láminas terrestres;
niños, ¡qué edad la de las sienes cóncavas!
¡qué temprano en el sol lo que os decía!
¡qué pronto en vuestro pecho el ruido anciano!
¡qué viejo vuestro 2 en el cuaderno!
¡Niños del mundo, está
la madre España con su vientre a cuestas;
está nuestra maestra con sus férulas,
está madre y maestra,
cruz y madera, porque os dio la altura,
vértigo y división y suma, niños;
está con ella, padres procesales!
Si cae -digo, es un decir- si cae
España, de la tierra para abajo,
niños, ¡cómo vais a cesar de crecer!
¡cómo va a castigar el año al mes!
¡cómo van a quedarse en diez los dientes,
en palote el diptóngo, la medalla en llanto!
¡Cómo va el corderillo a continuar
atado por la pata al gran tintero!
¡Cómo vais a bajar las gradas del alfabeto
hasta la letra en que nació la pena!
Niños,
hijos de los guerreros, entretanto,
bajad la voz, que España está ahora mismo repartiendo
la energía entre el reino animal,
las florecillas, los cometas y los hombres.
¡Bajad la voz, que está
con su rigor, que es grande, sin saber
qué hacer, y está en su mano
la calavera hablando y habla y habla,
la calavera, aquella de la trenza,
la calavera, aquella de la vida!
¡Bajad la voz, os digo;
bajad la voz, el canto de las sílabas, el llando
de la materia y el rumor menor de las pirámides, y aun
el de las sienes que andan con dos piedras!
¡Bajad el aliento, y si
el antebrazo baja,
si las férulas suenan, si es la noche,
si el cielo cabe en dos limbos terrestres,
si hay ruido en el sonido de las puertas,
si tardo,
si no veis a nadie, si os asustan
los lápices sin punta; si la madre
España cae -digo, es un decir-
salid, niños del mundo; id a buscarla!…
10/4/10
Las voces que hablan de las ausencias
24/3/10
13/3/10
El secreto de todos tan temido
Los invito a leer mi artículo de hoy en El Universal. ¡Bienvenidos los comentarios!
El Universal - Columnas
El Universal - Columnas
25/2/10
Lavorare Stanca
Hermoso video: texto Cesare Pavese, fotografía Andrei Tarkovsky, música Ennio Morricone.
24/2/10
20/2/10
Celebraciones
Los invito a leer el artículo que publiqué en El Universal de hoy
El Universal - Columnas
El Universal - Columnas
15/2/10
¡A escribir!
Los invitamos a nuestro Programa de Escritura Creativa. ¡Hay nuevos cursos!
Programa de Escritura Creativa
Programa de Escritura Creativa
Ay, país, país, país
Inminente traslado de Succar Kuri. "No es de alta peligrosidad".
"¡Ay país, país, país!", cantábamos en los 70.
La Jornada: Inminente traslado de Succar Kuri del penal del Altiplano a la cárcel de Cancún
"¡Ay país, país, país!", cantábamos en los 70.
La Jornada: Inminente traslado de Succar Kuri del penal del Altiplano a la cárcel de Cancún
14/2/10
Dos libros - absolutamente diferentes - para cerrar la semana
Cuentos eróticos de San Valentín. Prólogo de Luis García Berlanga, Tusquets Editores, México, 2007.
Una joyita más de la clásica colección “La sonrisa vertical” de Tusquets que, en este caso, reúne 10 cuentos de autores españoles e hispanoamericanos. Están, entre otros: la valenciana Carmina Amorós, el hondureño Horacio Castellanos Moya, la argentina Esther Cross, y nuestra admirada Cristina Rivera Garza, como representante de México.
Las historias y los enfoques de cada uno son absolutamente diversos: podremos presenciar la voluptuosidad de una Lolita que revive su pasión 20 años después, o los avatares de un hombre casado que celebra la fecha con su amante en un hotel demasiado concurrido; nos sumiremos en las ensoñaciones de alguien a punto de entrar a la sala de operaciones, o seguiremos los pasos de un detective que descubrirá un tórrido secreto. En fin, como dice el escritor Luis García Berlanga en el prólogo de la antología, “Los relatos confirman lo que se dice en uno de ellos: Todo es erotismo o nada lo es: todo cae debajo del erotismo para una mente que se encuentra predispuesta a lo erótico, y nada lo hace para quien no se encuentra predispuesto a ello.”
¡¡Para cerrar el 14 de febrero con broche de oro!!
Corazón de Kaláshnikov. El amor en los tiempos del narco, de Alejandro Páez Varela, México, Editorial Planeta, 2009.
Una novela dura, violenta y terriblemente melancólica que se sumerge en los mundos del narcotráfico, la marginalidad y la pobreza que marcan la realidad de nuestra frontera norte. Hoy que Ciudad Juárez le exige al gobierno el retiro del ejército de su territorio, los 5 mil muertos que ha dejado la violencia en aquella ciudad durante los últimos dos años – a los que se suman los 15 jóvenes masacrados hace apenas dos semanas mientras estaban en una fiesta – son la fuerza que alimenta a una ciudadanía en lucha.
“Habría querido hacer una novela de amor – dijo el autor - ésa era la intención original, había basado esta historia en tres historias de amor... lo que salió fue la realidad de Ciudad Juárez... este país está en guerra desde hace mucho tiempo lo que pasa es que ahora se ha extendido y se ha extendido por un grave error que fue haber lanzado esta guerra contra el narco que como lo sabemos fue por razones políticas”.
16/1/10
Brother, I'm dying
Los invito a leer mi artículo sobre Haití en El Universal de hoy:
Brother, I'm dying
Sandra Lorenzano
Escucho las noticias que llegan de Haití, leo los reportes, los artículos, las entrevistas, los mensajes que mandan por Twitter. Miro los videos y las fotos de la tragedia. Digo qué horror, qué horror, qué horror… Tres veces a modo de conjuro. Hablamos a la Embajada. Juntamos agua, medicinas. Sigo diciendo qué horror. Hace dos días fuimos a ver qué sucedía en los albergues del GDF. La gente se está muriendo en las calles por el frío. No hay comida suficiente. No hay abrigos. Eso es acá, no en Haití. En esta ciudad nuestra, también nos topamos con el horror. Pero hoy es Haití. Una desgarradora foto de un hombre llorando con un bebé muerto en brazos. Hay cien mil muertos, dicen. Se abren las antiguas fosas y se echan los nuevos cadáveres. No hay cómo juntar tantos...
Artículo completo en:
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/47065.html
Brother, I'm dying
Sandra Lorenzano
Escucho las noticias que llegan de Haití, leo los reportes, los artículos, las entrevistas, los mensajes que mandan por Twitter. Miro los videos y las fotos de la tragedia. Digo qué horror, qué horror, qué horror… Tres veces a modo de conjuro. Hablamos a la Embajada. Juntamos agua, medicinas. Sigo diciendo qué horror. Hace dos días fuimos a ver qué sucedía en los albergues del GDF. La gente se está muriendo en las calles por el frío. No hay comida suficiente. No hay abrigos. Eso es acá, no en Haití. En esta ciudad nuestra, también nos topamos con el horror. Pero hoy es Haití. Una desgarradora foto de un hombre llorando con un bebé muerto en brazos. Hay cien mil muertos, dicen. Se abren las antiguas fosas y se echan los nuevos cadáveres. No hay cómo juntar tantos...
Artículo completo en:
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/47065.html
14/1/10
10 escritores imprescindibles de la literatura haitiana
René Dépestre, Premio Renaudot 1988 por Hadriana dans tous mes rêves.
Frankétienne, máximo exponente del movement spiralist;
Gary Victor (À l’angle des rues parallèles);
Mimi Barthélémy, narradora de cuentos;
Ketly Mars;
Danny Laferrière;
René Philoctéte (Une saison de cigales);
Dr. Jaques Stephen Alexis, nacido en Gonaïves. Entre sus obras destacan: Compère Général Soleil, La Niña Estrellita y Romancero aux étoiles ;
Jaques Roumain (Les gouverneurs de la rosée);
Me. Jean-Robert Constant, también de por aquí (Gonaïves, bastion du déchoquage).
Además, me han recomendado los escritores de La Ronde (Frédéric Marcelin, Fernand Hibbert, Justin Lhérisson, Antoine Innocent) y del Indigénisme como: Jean Price-Mars, Jaques Stephen Alexis y Jaques Roumain.
Tomado de http://fromhaiti.blogspot.com/2007/01/10-escritores-imprescindibles-de-la.html
Frankétienne, máximo exponente del movement spiralist;
Gary Victor (À l’angle des rues parallèles);
Mimi Barthélémy, narradora de cuentos;
Ketly Mars;
Danny Laferrière;
René Philoctéte (Une saison de cigales);
Dr. Jaques Stephen Alexis, nacido en Gonaïves. Entre sus obras destacan: Compère Général Soleil, La Niña Estrellita y Romancero aux étoiles ;
Jaques Roumain (Les gouverneurs de la rosée);
Me. Jean-Robert Constant, también de por aquí (Gonaïves, bastion du déchoquage).
Además, me han recomendado los escritores de La Ronde (Frédéric Marcelin, Fernand Hibbert, Justin Lhérisson, Antoine Innocent) y del Indigénisme como: Jean Price-Mars, Jaques Stephen Alexis y Jaques Roumain.
Tomado de http://fromhaiti.blogspot.com/2007/01/10-escritores-imprescindibles-de-la.html
13/1/10
Haití
Nuestra solidaridad con Haití. Donemos lo que necesiten: Embajada de Haití en México Presa Don Martín 53 (Irrigación) 55572062
http://www.cnn.com/2010/WORLD/americas/01/13/haiti.earthquake/index.html
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