12/11/12

12 de noviembre: ¡Feliz cumpleaños, Juana Inés!


En que satisfaga un recelo con la retórica del llanto
Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,
como en tu rostro y tus acciones vía
que con palabras no te persuadía,
que el corazón me vieses deseaba.

Y Amor, que mis intentos ayudaba,
venció lo que imposible parecía,
pues entre el llanto que el dolor vertía,
el corazón deshecho destilaba.

Baste ya de rigores, mi bien, baste,
no te atormenten más celos tiranos,
ni el vil recelo tu quietud contraste

con sombras necias, con indicios vanos:
pues ya en líquido humor viste y tocaste
mi corazón deshecho entre tus manos.



 
En que describe racionalmente los efectos irracionales del Amor
Este amoroso tormento
que en mi corazón se ve,
sé que lo siento, y no sé
la causa por que lo siento.

Siento una grave agonía
por lograr un devaneo
que empieza como deseo
y para en melancolía.

Y cuando con más terneza
mi infeliz estado lloro,
sé que estoy triste e ignoro
la causa de mi tristeza.

Siento un anhelo tirano
por la ocasión a que aspiro
y cuando cerca la miro
yo misma aparto la mano.

Porque si acaso se ofrece
después de tanto desvelo,
la desazona el recelo
o el susto la desvanece.

Y si alguna vez sin susto
consigo tal posesión,
cualquiera leve ocasión
me malogra todo el gusto.

Siento mal del mismo bien
con receloso temor,
y me obliga el mismo amor
tal vez a mostrar desdén.

Cualquier leve ocasión labra
en mi pecho de manera
que el que imposibles venciera
se irrita de una palabra.

Con poca causa ofendida
suelo en mitad de mi amor
negar un leve favor
a quien le diera la vida.

Ya sufrida, ya irritada,
con contrarias penas lucho,
que por él sufriré mucho
y con él sufriré nada.

No sé en qué lógica cabe
el que tal cuestión se pruebe,
que por él lo grave es leve
y con él lo leve es grave.

Sin bastantes fundamentos
forman mis tristes cuidados,
de conceptos engañados,
un monte de sentimientos.

Y en aquel fiero conjunto
hallo, cuando se derriba,
que aquella máquina altiva
sólo estribaba en un punto.

Tal vez el dolor me engaña,
y presumo sin razón
que no habrá satisfacción
que pueda templar mi saña.

Y cuando a averiguar llego
el agravio por que riño,
es como espanto de niño
que para en burlas y juego.

Y aunque el desengaño toco,
con la misma pena lucho
de ver que padezco mucho
padeciendo por tan poco.

A vengarse se abalanza
tal vez el alma ofendida
y después arrepentida
toma de mí otra venganza.

Y si al desdén satisfago
es con tan ambiguo error
que yo pienso que es rigor
y se remata en halago.

Hasta el labio desatento
suele equívoco tal vez,
por usar de la altivez,
encontrar el rendimiento.

Cuando por soñada culpa
con más enojo me incito,
yo le acrimino el delito
y le busco la disculpa.

No huyo el mal ni busco el bien,
porque en mi confuso error
ni me asegura el amor
ni me despecha el desdén.

En mi ciego devaneo,
bien hallada con mi engaño,
solicito el desengaño
y no encontrarlo deseo.

Si alguno mis quejas oye,
más a decirlas me obliga,
porque me las contradiga,
que no porque las apoye.

Porque si con la pasión
algo contra mi amor digo,
es mi mayor enemigo
quien me concede razón.

Y si acaso en mi provecho
hallo la razón propicia,
me embaraza la injusticia
y ando cediendo el derecho.

Nunca hallo gusto cumplido,
porque entre alivio y dolor
hallo culpa en el amor
y disculpa en el olvido.

Esto de mi pena dura
es algo del dolor fiero
y mucho más no refiero
porque pasa de locura.

Si acaso me contradigo
en este confuso error,
aquel que tuviese amor
entenderá lo que digo. 

http://www.ciudadseva.com/textos/poesia/ha/cruzsor/estatar.htm

9/11/12

Poesía en viernes


FINAL
Fabián Casas

Éste es el patio donde fui chico.
Las baldosas se han gastado un poco y las plantas
han crecido por las rendijas de las paredes.
En esta soledad de la casa deshabitada
tengo la terrible certeza de estar parado sobre una equivocación.
No todo es tan duro, ya lo sé;
pero convengamos que esta falsedad
de tensar los poemas con una catástrofe
se ha convertido ahora en mi segunda naturaleza.
Cuando veo a la gente besándose en las plazas
no puedo dejar de creer en un futuro
donde los únicos vestigios del amor
serán videos
pornográficos.

De El pequeño mecanismo de los acontecimientos, Selección, epílogo y nota de Hernán Bravo Varela, Almadía 2012.

2/11/12

2 de noviembre. Por los que están. Por los que no están.


*
Si hay un nombre secreto, el nombre que un huidizo dios escribiera alguna vez sobre la arena, te llamaría yo piedra, mano, agua que corre, para tratar de adivinar sus designios. Dibujaría entonces sobre tu vientre los signos ambiguos del consuelo - como la hoguera que arde detrás del último médano - para hacer de tu piel mi rezo cotidiano.
Si hay un nombre secreto debe contener dentro de sí todas las palabras. También las del dolor. Las de la ventana que mira a ninguna parte. Las de la ceniza que dio forma a tus huesos. Las del brillo acerado de las aves que viven cada noche dentro de los sueños. O tal vez sean alas de ángeles que repiten el nombre en tus oídos, como cuentan en otoño quienes saben. Bajo una llovizna inacabable. Bebo de ti entonces como si de algas fuera la sal de tu lengua. Bebo para encontrar aquella primera letra. Origen. Vértebra. Vino oscuro que se derrama.


*
Nada se ve, y es apenas un susurro lo que llega de la otra orilla. Palabras ininteligibles. Tal vez una letanía. Una canción infantil. Sólo un contrabajo en re menor para el duelo.

*
Túmulo perdido en el grano más callado de la sal
Sombra de tu cuerpo en las madrugadas de viento
                   Las que guardas en las puntas de los dedos
                   En la huella violenta de las comisuras
Y era humedad de hojas la que inventaba el aliento
Para hablar otra vez  del desfile de tus huesos.
Si nunca aparecieran tras la bruma las voces
Te quedarías sin muelles        Sin retazos de historias
                             Sin la luz que se filtra vuelta rastro del insomne
De nada valdría entonces ser el que invoca el latido de la hierba
La caricia   El canto   La plegaria oscura del desencuentro.
 
*
Agosto será siempre el mes más cruel. Por eso la elegía busca el color de las azaleas que escapan al frío repentino. Muda la certeza de los peces dibuja espirales de ceniza. Habrá que esperar al próximo verano y escarbar entonces con las uñas para hacer del bautizo ceremonia compartida. Húmedas raíces buscan el contorno de las pieles, entre ráfagas feroces de silencio. Cancelado el salmo, los nombres apenas se pronuncian y es de sombra la sombra de sus pasos.  Silere.

31/10/12

¡Feliz cumpleaños, Carlos Drummond de Andrade!


Un día como hoy, 31 de octubre, pero de 1902, nacía el gran poeta brasileño Carlos Drummond de Andrade. Volver a su poesía es siempre una fiesta.

El mundo es grande y cabe ...

El mundo es grande y cabe
en esta ventana sobre el mar.
El mar es grande y cabe
en la cama y en el colchón de amar.
El amor es grande y cabe 

en el breve espacio de besar.



Dulce fantasma, ¿por qué me visitas...

Dulce fantasma, ¿por qué me visitas
como en otros tiempos nuestros cuerpos se visitaban?
Me roza la piel tu transparencia, me invita
a rehacernos caricias imposibles: nadie
recibió nunca un beso de un rostro consumido.
Pero insistes, dulzura. Oigo tu voz,
la misma voz, el mismo timbre,
las mismas leves sílabas,
y aquel largo jadeo
en que te desvanecías de placer,
y nuestro final descanso de gamuza.
Entonces, convicto,
oigo tu nombre, única parte tuya indisoluble
música pura en continua existencia.
¿A qué me abro?, a ese aire imposible
en que te has convertido
y beso, beso esa nada intensamente.

Versión de Ángel Crespo





29/10/12

La geografía del afecto

¡Qué emoción! Quisiera compartir con ustedes esta nota que acabo de recibir de Colombia.

¡Las recomendaciones de la semana!




Los dejo con tres estupendas recomendaciones:


1. Empezamos con el libro de Vicente Quirarte, Amor de ciudad grande. Se trata de un homenaje a la ciudad de México, de este poeta, narrador, ensayista, amante de las palabras y de las calles, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. El libro, publicado por la UNAM y el Fondo de Cultura Económica, dibuja en breves y deliciosas viñetas y relatos  “una historia de amor y odio entre las varias ciudades que son la nuestra (…) a través de monumentos, estampas, historias y tintas, vamos siguiendo al poeta que reinvindica la calle como espacio recorrido lenta y deliciosamente, descubriendo un cuerpo, sus secretos y novedades, sus olores domésticos y sus cotidianas sorpresas”. 


2. El segundo libro que me gustaría recomendarles hoy es un clásico del cual acaba de sacar una nueva edición la editorial Acantilado. Se trata nada más ni nada menos que de María Antonieta del gran Stefan Zweig. El escritor vienés traza un maravilloso retrato de la reina de Francia, la más famosa víctima de la guillotina. No se lo pierdan!

"María Antonieta nació en Viena en 1755, hija del emperador austríaco Francisco I y de María Teresa. En mayo de 1770 contrajo matrimonio, cuando tenía catorce años, con Luis XVI de Francia. De nuevo la destreza de Stefan Zweig para el retrato y su finísima comprensión del alma humana se unen para dibujar un cuadro extraordinario de la más famosa víctima de la guillotina: su tormentosa llegada a Versalles, la frustración ante la frialdad de su esposo, su apasionado romance con el conde Von Fersen y, finalmente, el caos y el terror que la revolución trajo consigo."


3. Y cerramos las recomendaciones de hoy con poesía publicada por la Universidad Autónoma de Nuevo León y Ediciones Tabasco 189. Me refiero al nuevo libro de Rocío Cerón, una de las poetas jóvenes más interesantes de nuestro país.
Si les parece bien, cerramos el programa de hoy leyendo algunos de los poemas de Diorama, este nuevo poemario de Rocío Cerón.
Visita el sitio de Diorama: http://www.diorama-poesiatransversal.com

DIORAMA POR ROCÍO CERÓN & NÓMADA




Más del programa de hoy, sobre el escritor español Antonio Orejudo en:
http://enbuscadelcuentoperdido.blogspot.com

21/10/12

"Carta a mi madre", Juan Gelman

CARTA A MI MADRE (GINEBRA, PARÍS, JULIO 1984 PARÍS, NOVIEMBRE 1987)
a Teodora
 
recibí tu carta 20 días después de tu muerte y cinco minutos después de saber que habías muerto / una carta que el cansancio, decías, te interrumpió / te habían visto bien por entonces /aguda como siempre / activa a los 85 años de edad pese a las tres operaciones contra el cáncer que finalmente te llevó/
¿te llevó el cáncer? / ¿no mi última carta? / la leíste, respondiste, moriste / ¿adivinaste que me preparaba a volver? / yo entraría a tu cuarto y no lo ibas a admitir / y nos besábamos / nos abrazamos y lloramos / y nos volvemos a besar / a nombrar / y estamos juntos / no en estos fierros duros /
vos / que contuviste tu muerte tanto tiempo / ¿por qué no me esperaste un poco más? / ¿temías por mi vida? / ¿me habrás cuidado de ese modo? / ¿jamás crecí para tu ser? / ¿alguna parte de tu cuerpo siguió vivida de mi infancia? / ¿por eso me expulsaste de tu morir? / ¿como antes de vos? / ¿por mi carta? / ¿intuiste? /

nos escribimos poco en estos años de exilio / también es cierto que antes nos hablamos poco / desde muy chico, el creado por vos se rebeló de vos / de tu amor tan estricto / así comí rabia y tristeza / nunca me pusiste la mano encima para pegar / pegabas con tu alma / extrañamente éramos juntos /
no sé cómo es que mueras / me sos / estás desordenada en mi memoria / de cuando yo fui niño y de pronto muy grande / y no alcanzo a fijar tus rostros en un rostro / tus rostros es un aire / una calor / un aguas / tengo gestos de vos que son en vos / ¿o no es así? / ¿imagino? / ¿o quiero imaginar? / ¿recuerdo? / ¿qué sangres te repito? / ¿en qué mirada mía vos miras? / nos separamos muchas veces /

nací con 5,5 kilos de peso / estuviste 36 horas en la cama dura del hospital hasta sacarme al mundo / me tuviste todo el tiempo que tu cuerpo me pudo contener / ¿estabas bien conmigo adentro? / ¿no te fui dando arrebatos, palpitaciones, golpes, miedos, odios, servidumbres? / ¿estábamos bien, juntos así, yo en vos nadando a ciegas? / ¿qué entonces me decías con fuerza silenciosa que siempre fue después? / debo haber sido muy feliz adentro tuyo / habré querido no salir nunca de vos / me expulsaste y lo expulsado te expulsó /
¿esos son los fantasmas que me persigo hoy mismo / a mi edad ya / como cuando nadaba en tu agua? / ¿de ahí me viene esta ceguera, la lentitud con que me entero, como si no quisiera, como si lo importante siga siendo la oscuridad que me abajó tu vientre o casa? / ¿la tiniebla de grande suavidad? / ¿dónde el lejano brillo no castiga con mundo piedra ni dolor? / ¿es vida con los ojos cerrados? / ¿por eso escribo versos? / ¿para volver al vientre donde toda palabra va a nacer? / ¿por hilo tenue? / la poesía ¿es simulacro de vos? / ¿tus penas y tus goces? / ¿te destruís conmigo como palabra en lapalabra? / ¿por eso escribo versos? / ¿te destruyo así pues? / ¿nunca me nacerás? / ¿las palabras son estas cenizas de adunarnos? /
nos separaste muchas veces / ¿eran separaciones? / ¿formas para encontrarse como primera vez? / ¿ese imposible nos hacía chocar? / ¿eso me reprochabas en el fondo? / ¿por eso eras tan triste algunas tardes? / tu tristeza me era insoportable / a veces quise morirme de eso todavía / ¿ya tenía mi pedazo de vida para ocuparme de él? / ¿como animal cualquiera? / ¿ya soy triste por eso? / ¿por tu tristeza ofende la injusticia / escándalo del mundo? /
siempre supiste lo que hay entre nosotros y nunca me dijiste / ¿por culpa mía? / ¿te reproché todo el tiempo que me expulsaras de vos? / ¿ése es mi exilio verdadero? / ¿nos reprochamos ese amor que se buscaba por separaciones? / ¿encendió hogueras para aprender la lejanía? / ¿cada desencontrarnos fue la prueba del encuentro anterior? / ¿así marcaste el infinito? /
¿qué olvido es paz? / ¿por qué de todos tus rostros vivos recuerdo con tanta precisión únicamente una fotografía? / Odessa, 1915, tenes 18 años, estudias medicina, no hay de comer / pero a tus mejillas habían subido dos manzanas (así me lo dijiste) (árbol del hambre que da frutas) / esas manzanas ¿tenían rojos del fuego del pogrom que te tocaba? / ¿a los 5 años? / ¿tu madre sacando de la casa en llamas a varios hermanitos? / ¿y muerta a tu hermanita? / ¿con todo eso / por todo eso /contra / me querés? / ¿me pedías que fuera tu hermanita? / ¿así me diste esta mujer, dentro / fuera de mí? / ¿qué es esta herencia, madre / esa fotografía en tus 18 años hermosos / con tu largo cabello negriazul como noche del alma / partida en dos / ese vestido acampanado marcándote los pechos / las dos amigas reclinadas a tus pies / tu mirada hacia mí para que sepa que te amo irremediablemente? /
¿así viaja el amor / de ser a antes de ser? / ¿de ser a sido en tu belleza? / ¿viajó de vos a mí? / ¿viaja ahora / morida? / nada podemos preguntar sino este amor que todo el tiempo nos golpeó / con su unidad irrepetible / ¿para que no olvidemos el dolor? / ¿los dos niñitos del mercado de Ravelo con una gallinita en los brazos, ofreciendo barato y con gestos de madre, casi recién salidos de sus madres? / ¿por qué te apareciste en el mercado boliviano? / ¿en cada pena estás? / apagabas el sol para dormirme /
¿podes quitarme vida? / ¿ni quitártela yo? / ¿castigabas por eso? / desciendo de tus pechos / tu implacable exigencia del viejo amor que nos tuvimos en las navegaciones de tu vientre / siempre conmigo fuiste doble / te hacía falta y me echaste de vos / ¿para aprender a sernos otros? / cada mucho nos dabas un momento de paz: entonces me dejabas peinarte lentamente y te ibas en mí y yo era tu amante y más / ¿tu padre? / ¿ese rabino o santo? / ¿que amabas? / ¿más que a mí? / ¿me perseguías porque no supe parecerme a él? / ¿y cómo iba a parecerme? / ¿no me querías otro? / ¿lejos de ese dolor? / ¿por qué tan vivo está lo que no fue? / ¿nunca junté pedazos tuyos? / ¿cada recuerdo se consume en su llama? / ¿eso es la memoria? / ¿suma y no síntesis? / ¿ramas y nunca árbol? / ¿pie sin ojo, mano sin hora? / ¿nunca? / ¿saliva que no moja? / ¿así atan los cordones del alma? / ¿vos sos dolor, miedo al dolor? /
¿qué fue lo separado? / ¿mi dedo de escribir en tu sangre? / ¿mi serte de no serte? / y vos, ¿no eras el otro? / ¿cuántas veces miraste las llamas del pogrom mientras yo te crecía, entraste al bosque donde cantaba el ruiseñor que nunca oí, jugaste con el que nunca fui? / nacimos junto a dos puertos distintos / conocemos las diferencias de la sal / vos y yo hicieran un mar desconocido con dos sales /
me hiciste otro / no sigas castigándome por eso / ¿te sigo castigando por eso? / ¿y sin embargo / y cuándo / y yo tu sido? / ¿vos en yo / vos de yo? / ¿y qué podemos ya cambiar? / ¿pudimos cambiar algo alguna vez? / ¿nunca saldé las hambres del abuelo? / los ojos claros del retrato que presidía tu cuarto / ¿qué puede el verdadero amor cambiar? / ¿o nos es de tal modo que nos empuja a ser sí mismos? / ¿para uno en el otro? / ¿resonando en las partes de la noche? / ¿como dos piedras contra el cielo? / ¿pájaro y árbol? / cuando se posa el pájaro en el árbol, ¿quién es vuelo, quién tierra? / ¿quién baja a oscuridad? / ¿quién sube a luz? / ¿qué goce pasa a llaga? / ¿te llevo en llaga viva? / ¿para que nos atemos otra vez? / ¿este sufrido amor? /
me hiciste dos / uno murió contuvo / el resto es el que soy / ¿y dónde la cuerpalma umbilical? / ¿dónde navega conteniéndonos? / madre harta de tumba: yo te recibo / yo te existo /
¿tratos de amor hay en la sombra? / ¿ya volveré a peinarte el dulce pelo / espesura donde mi mano queda? / ¿pensativa en tu aroma? / ¿gracia cuajada en lenta parecida? / ¿me quisiste imposiblemente? / ¿así me confirmaste en el furor? / ¿puerto de tardes inclinadas al que volvías tantas veces? / ¿dónde navegarás ahora sino en mí / contra mí? / ¿puerto solo? / bella de cada mar en mi cabeza / llaga de espumas / alma /
no sé qué daño es éste / tu soledad que arde / dame la rabia de tus huesos que yo los meceré / vos me acunaste yo te ahueso / ¿quién podrá desmadrar al desterrado? / tiempo que no volvés / mares que te arrancaste de la espalda / tu leche constelada de cielos que no vi / leche llena de sed / tus pechos que callaban / paciencias / caballitos que el pasado maneó / llenos de estepa detenida / rota por mi avidez de vos / así me alzaste / me abajaste / me amaste sin piedad / pañal feroz de tu ternura /
¿o yo fui tu cansancio? / ¿te reproché que me expulsaras? / ¿nos ata ese reproche hondísimo / que nunca amor pudo encontrar? / ¿no me quisiste mar y navegar lejos de vos? / ¿tiempo hecho de vos? / ¿no me quisiste acaso otro cuando me concebías? / ¿otra unición de esa unidad? / ¿ama total de tus dos sangres? / ¿te das cuenta del miedo que nos hiciste, madre? / ¿de tu poder / tu claridad? /
¿qué cuentas pago todavía? / ¿qué acreedores desconozco? / ¿necesito recorrer una a una tus penas para saber quién soy / quién fui cuando nos separamos por la carne / dolorosa del animal que diste a luz / siervarnía / ciega a mi servidumbre de tu sierva / pero esas maravillas donde me hijaste y te amadré / tu cercana distancia /
¿me ponías a veces delantales de fierro? / ¿me besabas a veces con pasión? / ¿y qué pasión había en tu pasión ? / ¿no podrías cesar en tu morir para decirme? / ¿no te querés interrumpir? / ¿entraste tanto en tu desparecer? / ¿volvés al desamparo de mí? / ¿tan duro era mi amor? / ¿te di un alma y con otra te echaba a mi intemperie? / ¿no pudiste morivivirme en suave claustro / no darme de nacer? / mi nacer, ¿te habrá apagado ganas de matarme? / ¿eso me perdonabas y no me perdonabas? / ¿así peleaste con tus sombras? / ¿así me hiciste sombra tuya de otro cuerpo, me diste tu pezón / campo violeta / donde pacía un temblor? A ¿techo contra el terror? / ¿única tela de la paz? / ¿no la tejíamos los dos? / ¿en mañanas cayendo sobre el patio donde jamás hubo otra gloria? / ¿blancuras que de vos subían? / ¿rocíos de tu sangre al puro sol? / ¿lluvia de abajo interminable? / ¿yo fui animal de lluvia? / ¿te ensucié pechos con mi boca? / ¿me diste a veces leche amarga? /,¿te olvidas de las veces que no quise comer de vos? / ¿qué te venía entonces de la entraña del alma? / esos jugos, ¿no me atardecen fiero? / ¿y vos crees que estás muriendo? / ¿antes que muera yo? / ¿y se apaguen, los gestos que escribiste en mi cuerpo? / ¿las dichas que imprimiste? / ¿en mi querer a las mujeres? / ¿prolongándote en ellas? / ¿que de vos me tuvieran y alejaran? /
¿qué yo habré sido para vos? / ¿cómo me habrás sufrido cuando salí de vos? / no saberte, ¿no es mi saber de vos? / yo no sé por qué cielos giraste / sé que giran en mí / nada pudiste finalmente ahorrarme / no soy sin vos sino de vos / no me reproches eso / todavía me entibia el blancor de tu nuca / y mis besos allí / siervos de esa armonía / ¿cuántas veces se detuvo allí el mundo? / ¿cuántas veces cesaste la injusticia allí / madre? / ¿cuántas veces el mundo endureció tu leche / la que me abraza / la que me rechaza / la que te pide explicaciones? / ¿ya solísima / y tarde / y tan temprano? / y esta tarde / ¿no está llena de usted? / ¿de veces que me amó? / la voz que canta al fondo de la calle / ¿no es su voz? / ¿temblor de vientre juntos todavía? / ¿qué es este duro amor / tan suave y tuyo / lluvia a tu fuego / fuego a tu madera / llama escrita en el fuego con tu huesito último / ardor de pie en la noche? / ¿alta? / ¿qué gritas en mi alma? / pero no me gritas / tu paladar entrado a tiendas de la sombra siento frío / ¿cuántas veces sentiste mis fríos? / ¿me habrás mirado extrañada de vos? / ¿no te fui acaso el peor de los monstruos? / ¿el creado por vos? / ¿y cómo hiciste para amarme? / ¿ese trabajo dabas de comer contra tu propia oscuridad? / y uando abrí la boca, ¿no gritaste? / ¿no se asustó tu lengua de mi lengua? / ¿no hubo un jardín de espanto en tu saliva? / ¿que sembré / cultivé / regué con mi tu sangre? / ¿y qué te habré morido al darme a luz? / ¿y la profundidad de mis desastres? / ¿y nuestro encuentro inacabado / ya nunca / ya jamás / ya para siempre? / ¿y pedregal de vos a vos donde sangraron mis rodillas? / ¿cuando junto a mi cuna llorabas tantas cosas / y mi fiebre / y la fiebre de tu salvaje juventud? /
así mezclaste mis huesitos con tu eternidad / tus besos era suaves en noches que me dejaste solo con el terror del mundo / ¿me buscabas también así? / ¿hermanos en el miedo me quisiste? / ¿en un pañal de espanto? / ¿o me parece que fue así? / ¿dónde se hunde esta mano / dónde acaba? / ¿escribís, mano, para que sepa yo? / ¿y sabes más que yo? / tocaste el pecho de mi madre cuando fui animalito / conociste calores que no recuerdo ya / bodas que no conoceré / ¿qué subtierra de la memoria aras? / ¿soy planta que no ve sus raíces? / ¿ve la planta raíces? / ¿ve cielos / empujada? / ¿cómo vos, madre, me empujas? / mi mano, ¿es más con vos que mismo yo? / ¿siente tu leche o lunas de noche en mí perdida? /
¿y mi boca? / ¿cuánta alma te chupó? / ¿te fue fiesta mi boca alguna vez? / ¿y mis pies? / ¿me mirabas los pies para verme el camino? / ¿y tu ternura entonces? / ¿era tu viaje hacia mi viaje? / ¿fuiste rodeada de temor amoroso? / ¿del caminar por mí? / ¿por qué nunca supimos arreglar el dentrofuera que nos ata? / ¿al afuerino de tu cuerpo? / tu leche seca moja mi alma / ¿ahora la soy? / ¿me es? / ¿cuáles son los trabajos del pájaro que nunca me nombras? / ¿el que nos volaría juntos? / ¿ala yo / vuelo vos? / me obligaste a ser otro y tu perdón me muerde las cenizas / ¿acaso yo podía prolongar tu belleza? / ¿sin convertirla en cuerpo de dolor / lengua exiliada de tu nuca? / ¿y cuánto amé la ausencia de tu nuca para que no doliera? / ¿y que te devolviera? / ¿a dulzura posible en este mundo? / ¿conocida que no puedo nombrar? / ¿vientre que nadie puede repetir? / ¿lleno de maravilla, de gran desolación? / ¿pasó a río deshecho por mis pies? / ¿tan duro tu olvidar? / poderosa, ¿soy el que vos morís? / ¿ceñido de tu nombre? / ¿por qué te abrís y te cerras? / ¿por qué brilla tu rostro en doble sangre / todavía?
pasé por vos a la hermosura del día / por mí pasas a la honda noche / con los ojos sacados porque ya nada había que ver / sino ese fino ruido que deshace lo que te hice sufrir /ahora que estás quieta/
¿y cómo es nuestro amor / éste? /
envolverán con un jacinto la mesa de los panes /
pero ninguno
me hablará / estoy atado a tu suavísima / doy de
comer a tu animal más ciego /
¿a quién das tregua / vos? /
están ya blancos todos tus vestidos/
las sábanas me aplastan y no puedo dormir / te odias en mí completamente / se crecieron la mirra y el incienso que sembraste en mi vez / deja que te
perfumen / acompañen tu gracia / mi alma calce tu transcurrir a nada / todavía recojo azucenas que habrás dejado aquí para que mire el doble rostro de tu amor/
mecer tu cuna / lavar tus pañales / para que no
me dejes nunca más /
sin avisar / sin pedirme permiso /
aullabas cuando te separé de mí /
ya no nos perdonemos /

16/10/12

Centelleó mi vida sólo cuando hice el amor contigo

Dos poemas de Thomas Tranströmer por el gusto de compartir la palabra poética

APUNTES DE FUEGO
Durante los meses tristes, centelleó mi vida sólo cuando hice el amor contigo.
Como la luciérnaga se enciende y se apaga, se enciende y se apaga- a medias puede uno seguir su camino
en la noche oscura del olivar.
Durante los meses tristes, estaba el alma desesperada y sin vida
pero el cuerpo caminó directo hacia ti.
El cielo de la noche rugió.
Sigilosamente ordeñábamos cosmos y sobrevivimos.


MADRIGAL
Heredé un bosque sombrío donde rara vez voy. Mas llegará un día en que los muertos y los vivos cambien de lugar. Entonces, el bosque se pondrá en movimiento. No estamos sin esperanzas. Los crímenes más difíciles continúan sin aclarar a pesar de los esfuerzos de muchos policías. Del mismo modo, hay en nuestra vida un gran amor sin aclarar. Heredé un bosque sombrío pero hoy yo camino en otro bosque, el luminoso. ¡Todas las criaturas que cantan, serpentean, mueven la cola y se arrastran! Es primavera y el aire es muy fuerte. Tengo un diploma de la universidad del olvido y estoy tan vacío como la camisa que se seca en el cordel.


Traducciones: Omar Pérez Santiago

15/10/12

¡Próxima presentación de Fuga en Mí Menor!

La Nueva Escuela Lacaneana del Campo Freudiano (NEL) Delegación México DF 
invita a las

Noches abiertas
Literatura y Psicoanálisis
Presentación de Fuga en Mí menor
de Sandra Lorenzano


 
Literatura y Psicoanálisis¿Cómo la Historia deja una historia en cada uno de nosotros en la memoria? ¿Cómo una sombra puede ser una marca del padre? 
¿Se puede tener nostalgia de un desconocido?
La ficción literaria en su singular experiencia nos interpela desde virtualidades que posibilitan dejarnos enseñar por ella.
Conversará sobre el libro con su autoraGabriel Roel
(escritor asociado de la NEL México).
"El padre de Leo es sólo una sombra en una fotografía. No hay rostro. No hay recuerdos. ¿Por qué no llevaron consigo otra imagen al huir de la ciudad en guerra? «Mi papá fue un héroe», decía Leo cuando era pequeño, siguiendo el discurso familiar. Luego surgió la duda: ¿héroe o traidor? Cómo saberlo si los testigos están muertos. Quedan una canción de cuna que se vuelve una irónica marcha fúnebre bajo la mirada de Mahler, una playa solitaria, un libro de Pavese subrayado, un viejo y desencantado lutier, un hijo que envía fotos como si fueran claves."
Sandra Lorenzano (*)
(*) Fuga en Mí menor (Tusquets Editores México; 137 pp 2012)
Sandra Lorenzano (Buenos Aires, 1960) vive en Mèxico desde 1976 donde se doctoró en Letras (UNAM) Especialista en literatura latinoamericana. Vicerrectora académica del Claustro de Sor Juana. Mención Premio Nacional Ensayo José Revueltas por Aproximaciones a Sor Juana (2005). Políticas de la memoria: tensiones en la palabra y en la imagen (2007); Saudades (2007). En poesía, en 2010, publicó Vestigios en Editorial Pre-textos (Valencia). Reciente invitada del Festival Internacional de Literatura en Buenos Aires (FILBA) edición 2012.
Coordina: Carolina Puchet
Fecha: Martes 16 de Octubre
Lugar: Alianza Francesa, Col. San Ángel, Plaza San Luis Potosí #26, Salón #16.
Hora: de 19.30 a 21hs.
Entrada libre y gratuita
Informes: Carolina Puchet tel. 04455 3888 0438 | caropuchet@gmail.com
 
La NEL (Nueva Escuela Lacaniana) fue creada el 18 de julio de 2002 en Bruselas (Bélgica) por la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP).
La NEL comparte una orientación común con las otras Escuelas pertenecientes a la AMP: ECF (Francia), EEP (Europa), SLP (Italia), ELP (España), NLS (Europa anglófona), EOL (Argentina) y EBP (Brasil).
La Escuela tiene por objetivo el psicoanálisis, y por finalidad la restauración de su verdad, la transmisión de su saber, la formación de psicoanalistas y el control de la práctica analítica de sus miembros.
La Escuela comprende varias Sedes (Bogotá, Caracas, Cali, Guayaquil, Lima, Maracaibo, Medellín, Miami, Guatemala), Delegaciones (Cochabamba, La Habana, La Paz, Maracay, Tarija, Valencia, México)
Allí se realizan durante todo el año reuniones, conversaciones y seminarios clínicos y teóricos.
La Fundación del Campo freudiano fue creada por Jacques Lacan en febrero de 1979.
La Fundación está abierta a las iniciativas y a las innovaciones, ella misma las pide, aunque aquellos que la propongan no sean también los que la hagan.
En este crisol nacieron ocho Escuelas del Campo freudiano, que, con la Escuela de la Causa freudiana, pertenecen hoy a la Asociación Mundial de Psicoanálisis.
La Fundación alberga al Instituto del Campo freudiano, al cual se enlazan múltiples redes y numerosos grupos de estudio.

11/10/12

Todos los días es el día para no Discriminar

Porque todos los días es el día para no discriminar, la escritora Sandra Lorenzano comparte con Once TV México su experiencia y percepción sobre la discriminación.


8/10/12

¿Qué leer esta semana?





1. La primera es la novela de Nicole Kraus, Historia de amor, que ya había sido publicada en español en 2006, pero que ahora aparece en la estupenda colección “Letras de bolsillo” de la Editorial Salamandra. Historia de amor tiene que ver con cartas, manuscritos y enigmas, siguiendo un relato que va de Polonia a Nueva York, pasando por Buenos Aires. Así, cruzando generaciones y fronteras, Nicole Kraus construye una historia de humor y ternura, en el que la memoria ocupa un lugar fundamental.

2. La segunda recomendación de la semana es el libro de ensayos La escuela de aburrimiento de Luigi Amara, publicado por Sexto Piso. En él Luigi Amara desnuda “la ideología del aburrimiento, advirtiendo que el miedo que produce es en realidad mucho peor que cualquiera de sus encarnaciones.” “Su descenso al inframundo del aburrimiento termina por ser un viaje iniciático para convertirse en miembro fundador del a Internacional Bostezante, única organización a nivel mundial creada para rendir culto al aburrimiento.” 



Más sobre el programa de hoy En busca del cuento perdido dedicado a las historias felinas:
click en la imagen

5/10/12

Un poema para el viernes


Regalaban
Vicente Muleiro
 
Que regalaban loque
se perdían
como si no alcanzar fuera una dote
ateseorada para repartir:
 
                                    “te
regalo la niebla, el horizón
te regalo la luna magrebí”

así los héroes eran
un puro dar con el vacío a sus pies.

3/10/12

Bienal Internacional de Radio

MESA REDONDA
Fragmentación de los discursos, dispersión y proliferación de medios

PARTICIPAN
Ilán Semo (México)
Janete El Haouli (Brasil)
Sandra Lorenzano (Argentina-México)
José Alcántara (México)
Alfonso Hernández (Estados Unidos)

MODERA
Felipe López Veneroni (Universidad Nacional Autónoma de México)

La cita es el

Jueves 4 de octubre de 2012
10:00 horas | Teatro de las Artes
Centro Nacional de las Artes
Más información:


(click en la imagen para aumentar el tamaño)

Tres poemas de Raúl Gómez Jattin

Un probable Constantino Cavafis a los 19
Esta noche asistirá a tres ceremonias
/peligrosas
El amor entre hombres
Fumar marihuana
Y escribir poemas
Mañana se levantará pasado el mediodía
Tendrá rotos los labios
Rojos lo ojos
Y otro papel enemigo
Le dolerán los labios
Y le arderán los ojos como colillas encendidas
Y ese poema tampoco expresará su llanto
 
De lo que soy
En este cuerpo
en el cual la vida ya anochece
vivo yo
Vientre blando y cabeza calva
Pocos dientes
Y yo adentro
como un condenado
Estoy adentro y estoy enamorado
y estoy viejo
Descifro mi dolor con la poesía
y el resultado es especialmente doloroso
voces que anuncian: ahí vienen tus angustias
voces quebradas: pasaron ya tus días
La poesía es la única compañera
acostúmbrate a sus cuchillos
que es la única
 
Me defiendo
Antes de devorarle su entraña pensativa
Antes de ofenderlo de gesto y palabra
Antes de derribarlo
Valorad al loco
Su indiscutible propensión a la poesía
Su árbol que le crece por la boca
con raíces enredadas en el cielo
Él nos representa ante el mundo
con su sensibilidad dolorosa como un parto
 
 

26/9/12

Jueves 27, en el ciclo Guías literarias del INBA!


Compartirá con el público sus influencias literarias más representativas
Josefina Vicens y Rosario Castellanos como dos de sus influjos más importantes



Jueves 27 de septiembre a las 19:00 horas en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) invita al ciclo Guías literarias, en el que se presentará Sandra Lorenzano para compartir con el público sus gustos literarios, el próximo jueves 27 de septiembre a las 19:00 horas, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa, ciudad de México.

A la salida de Argentina a los 16 años de edad, Sandra Lorenzano encontró en México un territorio de libertad que rememora enmarcado en el recuerdo de un regalo que le dio una profesora de su nuevo colegio: era El llano en llamas de Juan Rulfo, “en el que me puso como dedicatoria: ‘para que aprendas a conocer a tu nuevo país’. El encuentro con México a partir de un escritor como Juan Rulfo fue excepcional”, dice la autora en entrevista.

A partir de entonces Sandra Lorenzano comenzó a ser una ávida lectora de literatura mexicana y el siguiente encuentro fue con la poeta Rosario Castellanos, a quien considera, junto con Josefina Vicens, como importantes influencias que le presentaron el amplio mundo de la cultura mexicana. “También como buena adolescente escribía poesía y empecé a leer a Octavio Paz, a Jaime Sabines y a los escritores de la Onda, que parecía que escribían tanto de nosotros (los jóvenes) en esas épocas…”.

De este periodo de su vida destaca sobre todo el encuentro fortuito que le significó leer la obra de Sor Juana Inés de la Cruz y Piedra de Sol de Octavio Paz. Sandra Lorenzano es, sobre todo, una gran lectora de poesía, a la que recurre constantemente para recordar a los poetas que la han marcado, por ello la influencia que ha recibido no sólo es mexicana, sino también de extranjeros, como el argentino Ricardo Piglia, la poesía de Cesar Vallejo, Vicente Huidobro o Néstor Perlongher.

“Si tuviera que mencionar uno de los autores a los que vuelvo con más frecuencia tendría que hablar sin duda del Libro del desasosiego de Fernando Pessoa, la poesía de Paul Celan, algunos libros de Cesar Pavese, la poesía de la rusa Ana Ajmatova, y la de José Ángel Valente, el llamado poeta del silencio”.

Sandra Lorenzano (Argentina, 1960) Radica en México desde 1976. Ensayista, narradora, editora y crítica literaria. Doctora en letras por la UNAM, se especializa en arte y literatura latinoamericanos, tema sobre el cual ha publicado numerosos artículos en diversos libros y revistas de circulación nacional e internacional. Ha sido profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y ha dado cursos, lecturas y conferencias en universidades tanto de México como del extranjero. Se ha desempeñado como vicerrectora académica de la Universidad del Claustro de Sor Juana; directora de la colección Primero Sueño de narrativa latinoamericana de Editorial Alfaguara, y editora de Prolija Memoria. Estudios de cultura virreinal (UCSJ-UNAM). Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte y del Comité de Literatura del Fondo de Cultura Económica. Mención Especial en el Premio Nacional de Ensayo Literario José Revueltas 1999 por Escrituras de sobrevivencia. Narrativa argentina y dictadura.

Entre su obra destaca, en ensayo: La literatura es una película. Revisiones sobre Manuel Puig (1997), Escrituras de sobrevivencia. Narrativa argentina y dictadura (2001). En novela: Saudades (2007) y Fuga en mi menor (2012). En poesía: Vestigios (2010).

25/9/12

Alejandra Pizarnik

Alejandra Pizarnik murió un día como hoy, 25 de septiembre, de 1972.
¿Qué mejor manera de recordarla que volviendo a su poesía?

Árbol de Diana

1
He dado el salto de mí al alba.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace.

2
Estas son las versiones que nos propone:
un agujero, una pared que tiembla...

3
sólo la sed
el silencio
ningún encuentro
cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra

4
Ahora bien:
Quién dejará de hundir su mano en busca
del tributo para la pequeña olvidada. El frío
pagará. Pagará el viento. La lluvia pagará.
Pagará el trueno.


5
por un minuto de vida breve
única de ojos abiertos
por un minuto de ver
en el cerebro flores pequeñas
danzando como palabras en la boca de un mudo


6
ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe


7
Salta con la camisa en llamas
de estrella a estrella,
de sombra en sombra.
Muere de muerte lejana
la que ama al viento.


8
Memoria iluminada, galería donde vaga
la sombra de lo que espero. No es verdad
que vendrá. No es verdad que no vendrá.


9
A Aurora y Julio Cortázar

Estos huesos brillando en la noche,
estas palabras como piedras preciosas
en la garganta viva de un pájaro petrificado,
este verde muy amado,
este lila caliente,
este corazón sólo misterioso.

10
un viento débil
lleno de rostros doblados
que recorto en forma de objetos que amar

11
ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada

12
no más las dulces metamorfosis de una niñ3; de seda
sonámbula ahora en la cornisa de niebla

su despertar de mano respirando
de flor que se abre al viento

13
explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome

14
El poema que no digo,
el que no merezco.
Miedo de ser dos
camino del espejo:
alguien en mí dormido
me come y me bebe.

15
Extraño desacostumbrarme
de la hora en que nací.
Extraño no ejercer más
oficio de recién llegada.

16
has construido tu casa
has emplumado tus pájaros
has golpeado al viento
con tus propios huesos
has terminado sola
lo que nadie comenzó

17
Días en que una palabra lejana se apodera de mí. Voy por esos días
sonámbula y transparente. La hermosa autómata se canta, se encanta,
se cuenta casos y cosas: nido de hilos rígidos donde me danzo y me
lloro en mis numerosos funerales. (Ella es su espejo incendiado, su
espera en hogueras frías, su elemento místico, su fornicación de nom-
bres creciendo solos en la noche pálida.)

20
a Laure Bataillon

dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe

21
he nacido tanto
y doblemente sufrido
en la memoria de aquí y de allá

22
en la noche
un espejo para la pequeña muerta
un espejo de cenizas

23
una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo
la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos

32
Zona de plagas donde la dormida come lentamente
su corazón de medianoche.


33
alguna vez
alguna vez tal vez
me iré sin quedarme
me iré como quien se va


34
la pequeña viajera
moría explicando su muerte

sabios animales nostálgicos
visitaban su cuerpo caliente


35
a Ester Singer

Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fuego,
de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche,
déjate caer y doler, mi vida.


37
más allá de cualquier zona prohibida
hay un espejo para nuestra triste transparencia


38
Este canto arrepentido, vigía detrás de mis poemas'
este canto me desmiente, me amordaza.



(vale la pena entrar al enlace de la Biblioteca Cervantes: http://cvc.cervantes.es/actcult/pizarnik/)

21/9/12

Si hay un nombre secreto

Porque hoy celebro la primavera en el sur y en mi vida, comparto con ustedes algo del amor:


I.

Sobre el mar se pierden las fronteras, se humedecen los papeles, arden los ojos y la piel.

(el vértigo es la distancia entre mi voz y la inclinación de tu cabeza)

cuerpos, cenizas, historias que alimentan el escozor del yodo para regocijo de violencias submarinas

el comienzo de los tiempos fluye en el deseo de naufragio

(podría aferrarme a tu cintura y olvidar el zumbido de altamar)

pero son inasibles las palabras

prófugas de una memoria salobre revelada en otros huesos



II.

Si hay un nombre secreto, el nombre que un huidizo dios escribiera alguna vez sobre la arena, te llamaría yo piedra, mano, agua que corre, para tratar de adivinar sus designios. Dibujaría entonces sobre tu vientre los signos ambiguos del consuelo - como la hoguera que arde detrás del último médano - para hacer de tu piel mi rezo cotidiano.
Si hay un nombre secreto debe contener dentro de sí todas las palabras. También las del dolor. Las de la ventana que mira a ninguna parte. Las de la ceniza que dio forma a tus huesos. Las del brillo acerado de las aves que viven cada noche dentro de los sueños. O tal vez sean alas de ángeles que repiten el nombre en tus oídos, como cuentan en otoño quienes saben. Bajo una llovizna inacabable. Bebo de ti entonces como si de algas fuera la sal de tu lengua. Bebo para encontrar aquella primera letra. Origen. Vértebra. Vino oscuro que se derrama.


 

13/9/12

Festival internacional de literatura en Buenos Aires



México en Buenos Aires
Panel
Participan: Fabio Morábito, Valeria Luiselli, Julián Herbert, Álvaro Enrigue, Sandra Lorenzano, Guillermo Quijas y Álvaro Bisama
A partir de las 17 hs, Librería Eterna Cadencia [ Más información]


Bitáctora del FILBA
Lectura de obra producida ad hoc para Filba
Participan: Rodrigo Hasbún, Kjartan Flogstad, Ronaldo Correia de Brito, Julián Herbert, Sandra Lorenzano, Hernán Ronsino, Patricia Ratto y Gabriela Bejerman
Modera: Pedro Mairal
18 hs, Museo Malba [ Más información ]

Programación completa:  http://filba.org.ar/


El taller literario de En busca del cuento perdido


Próxima actividad para el taller literario. ¡Participa En busca del cuento perdido!


Gracias a todos por participar en el ejercicio anterior. ¿Qué les parece si pensamos en el de la próxima semana? Les muestro dos hermosas fotografías: quisiera que escribieran una historia, de no más de 15 lineas, a partir de una de ellas. ¿Qué les parece?
Espero sus textos como siempre en nuestro correo enbuscadelcuento@yahoo.com.mx

Haz click en la imagen para ampliarla
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Escucha los programas de En busca del cuento perdido en el "player" de la barra lateral de este blog. Lee los contenidos complementarios de cada programa en: http://enbuscadelcuentoperdido.blogspot.com 


3/9/12

Las recomendaciones de la semana




1. Empezamos con La bomba de San José, la nueva novela de Ana García Bergua. Publicada por editorial Era, se ubica a principios de los años 60 en la ciudad de México, y se trata del divertido retrato de una época, en la que se dio un cambio de valores en la clase media mexicana ilustrada; pero sobre todo, como la propia autora lo dice, “es una novela en la que se refleja ese cambio en las mujeres que ya no quieren ser obedientes y se plantean un proyecto de vida propio, más allá del matrimonio y la familia.” 





2. La segunda recomendación de la semana es para otro autor mexicano, en este caso se trata del estupendo narrador Alberto Chimal, cuyo libro más reciente se titula El último emperador y fue publicado por el Fondo de Cultura Económica. Siguiendo los periplos de Horacio Kustos, el último emperador, Chimal emprenderá un maravilloso viaje más allá del tiempo y el espacio: de Tepito a Islandia, de la Atlántida al Polo sur, las páginas desbordan imaginación, ritmo y una muy cuidada prosa.





3. La tercera recomendación es para el interesantísimo libro llamado Desde el cuerpo. Ensayos sobre el cuerpo humano, la salud y la mirada médica, del doctor Cristóbal Pera, un connotado médico español, y editado por Cal y Arena. El autor, profesor emérito de la Universidad de Barcelona, plantea en este libro “una cultura de la salud como alternativa ante la cultura de la enfermedad que ha dominado el ejercicio de la medicina tradicional, tanto en el ámbito privado como en la dimensión de la salud pública”.



Tres estupendos libros que estoy segura que disfrutarán tanto como los he disfrutado yo. Y sumamos a nuestra sección de libros una felicitación muy especial a la editorial Sexto Piso quienes están cumpliendo sus primeros diez años como una de las editoriales independientes con un catálogo más interesante y cuidado. ¡Enhorabuena amigos de Sexto Piso! Y que sigan contagiándonos su amor a la palabra literaria por muchos años más.

Para ver más sobre el programa de hoy dedicado a Amado Nervo, haz "click" aquí.

1/9/12

¿Qué diríamos hoy que es lo indecible?

Un genial fragmento de la novela Respiración artificial de Ricardo Piglia

La palabra Ungeziefer, dijo Tardewski, con que los nazis designarían a los detenidos en los campos de concentración, es la misma palabra que usa Kafka para designar eso en que se ha convertido Gregorio Samsa una mañana, al despertar.
La utopía atroz de un mundo convertido en una inmensa colonia penitenciaria, de eso le habla Adolf, el desertor insignificante y grotesco, a Franz Kafka que lo sabe oír, en las mesas del café Arcos, en Praga, a fines de 1909. Y Kafka le cree. Piensa que es posible que los proyectos imposibles y atroces de ese hombrecito ridículo y famélico lleguen a cumplirse y que el mundo se transforme en eso que las palabras estaban construyendo: El Castillo de la Orden y la Cruz gamada, la máquina del mal que graba su mensaje en la carne de las víctimas. ¿No supo él oír la voz abominable de la historia?
El genio de Kafka reside en haber comprendido que si esas palabras podían ser dichas, entonces podían ser realizadas. Ostara, diosa germana de la primavera. Cuéntemelo todo desde el principio hasta el fin. Porque lo que usted planea es tan atroz que sólo al oírlo puedo disimular mi terror. Las palabras preparan el camino, son precursoras de los actos venideros, la chispa de los incendios futuros. ¿O no estaba sentado ya encima del barril de pólvora que convirtió en hecho su deseo?
El sabe oír; él es quien sabe oír.
Pensé en Kafka hoy, dice ahora Tardewski, cuando Marconi nos recitó esa especie de poema que dice haber soñado. Pensé decirle, cuando ustedes discutían sobre el título, dice Tardewski, el título debe ser: Kafka
Soy
el equilibrista que
en el aire camina
descalzo
sobre un alambre
de púas.
Kafka o el artista que hace equilibrio sobre el alambre de púas de los campos de concentración.
Usted leyó El Proceso, me dice Tardewski. Kafka supo ver hasta en el detalle más preciso cómo se acumulaba el horror. Esa novela presenta de un modo alucinante el modelo clásico del Estado convertido en instrumento de terror. Describe la maquinaria anónima de un mundo donde todos pueden ser acusados y culpables, la siniestra inseguridad que el totalitarismo insinúa en la vida de los hombres, el aburrimiento sin rostro de los asesinos, el sadismo furtivo. Desde que Kafka escribió ese libro el golpe nocturno ha llegado a innumerables puertas y el nombre de los que fueron arrastrados a morir como un perro, igual que Joseph K., es legión.
Kafka hace en su ficción, antes que Hitler, lo que Hitler le dijo que iba a hacer. Sus textos son la anticipación de lo que veía como posible en las palabras perversas de ese Adolf, payaso, profeta que anunciaba, en una especie de sopor letárgico, un futuro de una maldad geométrica. Un futuro que el mismo Hitler veía como imposible, sueño gótico donde llegaba a transformarse, él, un artista piojoso y fracasado, en el Führer. Ni el mismo Hitler, estoy seguro, creía en 1909 que eso fuera posible. Pero Kafka, sí. Kafka, Renzi, dijo Tardewski, sabía oír. Estaba atento al murmullo enfermizo de la historia.
Muere, Franz Kafka, el 3 de junio de 1924. En esos mismos días, en un Castillo de la Selva Negra, Hitler se pasea por una sala de techos altos y paredes con vitrales. Se pasea de un lado a otro y dicta a sus ayudantes los capítulos finales de Mein Kampf. Junio, 1924. Se pasea, el Führer y dicta Mein Kampf. Kafka agoniza en el Sanatorio de Kierling. La tuberculosis le ha tomado la laringe, de modo que ya no puede hablar. Hace señas. Sonríe. Trata de sonreír. Escribe notas en un block para Max Brod, para Oskar Braun, para Félix Winbach, sus amigos de toda la vida que están ahí, junto a Dora Diamant. Creo que he empezado en el momento oportuno el estudio de los ruidos emitidos por los animales: esas son las cosas que escribe, porque ya no puede hablar. Junio de 1924. Se pasea, el Führer, rodeado de sus ayudantes, dicta: El primer objetivo será la creación del Gran Imperio Germano Alemán cuyos dominios, dicta, se pasea de un lado a otro, cuyos dominios deben abarcar desde el Cabo Norte a los Alpes y del Atlántico al Mar Negro punto, dicta rodeado de sus ayudantes. Kafka agoniza en el sanatorio de Kierling, cerca de los Klosterneuburg. No puede hablar. Hace señas. Sonríe. Tendido de espaldas sobre la cama, escribe en un block que sostiene, con dificultad, muy cerca de su cara, ¿Puede oír? Se pasea, el Führer. Un Gran Imperio Germano Alemán coma, se pasea, dicta, rodeado de sus ayudantes, de un lado a otro, coma surcado por una poderosa red de autopistas junto a las cuales se establecerán colonias militares germanas punto, dicta Mein Kampf el Führer. En el sanatorio Kafka agoniza, estudia el ruido emitido por los animales. Hi, hi, el chillido que emiten las ratas, aterrorizadas, en sus madrigueras. Hi, hi, chillan. Estudia en el momento oportuno el ruido emitido por los animales. Se pasea, rodeado de sus ayudantes, por el salón, el Führer. En el sanatorio Kafka agoniza, no puede hablar, escribe. ¿Puede oír? Junio de 1924. El Führer dicta Mein Kampf. Europa al este del Danubio será en el futuro dos puntos en parte coma un enorme campo de maniobras militares coma y en parte lugar de asentamiento de los esclavos del Reich coma, se pasea, de un lado a otro, rodeado de sus ayudantes, esclavos que serán seleccionados en todo el mundo según criterios raciales coma siendo usados y mezclados, se pasea, va y viene, con arreglo a un plan preestablecido coma que se detallará en el momento indicado punto dicta mientras se pasea por los salones del Castillo. ¿Y el Agrimensor? Agoniza. Ya no puede hablar, para entenderse con sus amigos, con su mujer, Dora Diamant, sólo puede escribir. Se ha quedado sin voz. Dicta: Todo el Este habrá de ser una enorme colonia como una especie de campo de pastoreo de los esclavos no arios, dicta Mein Kampf, Hitler, dice Tardewski, mientras Kafka, a quien la tuberculosis le ha tomado la laringe y ya no tiene voz, sólo escribe para sus amigos más queridos y para su querida Dora Diamant. Se pasea de un lado a otro, lento, el Führer: campo de pastoreo de los esclavos no arios coma, rodeado de sus ayudantes. Pequeñas notas en un block con lápiz, letra trabajosa. Recuerdo un libro oriental: sólo trata de la muerte. Un agonizante yace en el lecho, escribe Kafka, y con la independencia que le confiere la proximidad de la muerte, dice: Siempre estoy hablando de la muerte y no termino nunca de morir. ¿Puede oír? Los esclavos no arios coma con enlace terrestre y directo con el país alemán que constituirá su eje central punto y seguido, se pasea, rodeado por sus ayudantes, de un lado a otro. Siempre estoy ha- blando de la muerte, escribe, nunca termino de morir. Pero ahora, precisamente, estoy recitando mi aria final. Unas duran más, otras duran menos. La diferencia es siempre cuestión de pocas palabras, dice el agonizante, escribe Kafka tendido en el lecho. A los 180 millones de rusos coma en cambio coma habrá que sumirlos en un envilecimiento progresivo dos puntos, se pasea el Führer. Tiene toda la razón, escribe; el agonizante tiene toda la razón, escribe Kafka. No hay derecho a sonreírse del protagonista que yace herido de muerte, cantando un aria. Nosotros yacemos y cantamos, años y años, toda nuestra vida no hacemos más que cantar, siempre, el aria final, les escribe Kafka a sus amigos en el Sanatorio Kierling. Junio de 1924. Sumirlos en un envilecimiento progresivo dos puntos impedir su procreación como castigarlos si hablan hasta lograr que pierdan el uso de la palabra coma dicta mientras se pasea por los salones del Castillo. La enfermedad le ha tomado la laringe. ¿Puede oír? Escribe sus últimas palabras. No hay derecho, escribe, son sus últimas palabras, no hay derecho, el block apretado entre las manos, casi pegado a la cara, tendido de espaldas, no hay derecho a sonreírse del protagonista que agoniza cantando un aria. Se pasea. Hasta logra que pierdan el uso de la palabra coma impedirles todo aprendizaje para ahogar toda inteligencia y toda posibilidad de rebeldía coma en una palabra coma embrutecerlos, dicta el Führer, dice Tardewski. ¿Quién puede reírse del aria que entona el moribundo? Trata de sonreír. Hace gestos. Se pasea, de un lado a otro. Sólo podrán aprender como máximo las señales necesarias para que sus jefes con mayúscula Jefes, dicta, puedan organizarles metódicamente su jornada de trabajo. Junio de 1924. Kafka agoniza en el Sanatorio donde ha de morir sobre el filo de la medianoche. En el Castillo ¿se oye el aria final que entona el moribundo? Naturalmente coma deberán aprender, se detiene, sus ayudantes de inmediato se detienen, lo rodean. Mejor, dice, tache la frase anterior y comienza otra vez a pasear, las manos en la espalda. Naturalmente coma deberemos enseñarles coma usando el rigor necesario coma a comprender el idioma alemán para asegurar así la obediencia a nuestras órdenes con mayúscula Nuestras Ordenes punto, paseando por los salones del castillo el Führer dicta Mein Kampf. Es medianoche. La medianoche del tres al cuatro de junio de 1924. El moribundo ¿alcanza oírlo? Estudio el ruido emitido por los animales. ¿Lo ha oído? Hi, hi, chilla en su madriguera el Ungeziefer, hi, hi, chilla, aterrorizado, en medio de la noche, mientras se oyen, lejanos, los pasos de alguien que va de un lado a otro, se pasea, en el Castillo, de un lado a otro, rodeado de sus ayudantes. Hi, hi, chilla en su madriguera el Ungeziefer mientras se oye, lejana, la bellísima y casi imperceptible aria final que entona el que agoniza.


Junio 3 de 1924, dice Tardewski.
Kafka es Dante, dice ahora Tardewski, sus garabatos, como él llamaba a sus escritos, inéditos, fragmentarios, inconclusos, son nuestra Divina Comedia. Brecht decía, y tenía razón, dice Tardewski, si uno tuviera que nombrar al autor que más se acercó a tener con nuestra época la relación que con la suya tuvieron Homero, Dante o Shakespeare: Kafka es el primero en quien se debe pensar. Por eso yo, dijo Tardewski, no comparto su entusiasmo por James Joyce. ¿Cómo puede usted pretender compararlos?, dijo. Joyce, como decía esa mujer que borda manteles refiriéndose a los poemas de Marconi, es demasiado ¿cómo decirle?, demasiado trabajosamente virtuoso. Un malabarista, dijo. Alguien que hace juegos de palabras como otros hacen juegos de manos. Kafka, en cambio, es el equilibrista que camina en el aire, sin red, y arriesga la vida tratando de mantener el equilibrio, moviendo un pie y después muy lentamente el otro pie, sobre el alambre tenso de su lenguaje. Joyce era un hombre diestro, no cabe duda; Kafka, en cambio, no era diestro, era torpe y se convirtió en un experto de su propia torpeza. Joyce lleva un estandarte que dice: Soy aquel que supera todos los obstáculos, mientras que Kafka escribe en un block y guarda en un bolsillo de su chaqueta abotonada, esta inscripción: Soy aquel a quien todos los obstáculos superan. Kafka ha dicho, dice Tardewski: Enfrento la imposibilidad de no escribir, la de escribir en alemán, la de escribir en otro idioma, a lo cual se podría agregar casi una cuarta imposibilidad: la de escribir. Esa cuarta imposibilidad era, para él, la suprema tentación. Para él que había sabido decir: Cualquier cosa que escribo. Por ejemplo la frase: El miró por la ventana, escrita por mí, ya es perfecta. ¿De qué perfección se trataba?, dice Tardewski. Por un lado el ideal de Kafka en cuanto a la perfección formal y estilística era tan riguroso que no toleraba transacciones. Pero a la vez supo mejor que nadie que los escritores verdaderamente grandes son aquellos que enfrentan siempre la imposibilidad casi absoluta de escribir.
Sobre aquello de lo que no se puede hablar, lo mejor es callar, decía Wittgenstein. ¿Cómo hablar de lo indecible? Esa es la pregunta que la obra de Kafka trata, una y otra vez, de contestar. O mejor, dijo, su obra es la única que de un modo refinado y sutil se atreve a hablar de lo indecible, de eso que no se puede nombrar. ¿Qué diríamos hoy que es lo indecible? El mundo de Auschwitz. Ese mundo está más allá del lenguaje, es la frontera donde están las alambradas del lenguaje. Alambre de púas: el equilibrista camina, descalzo, solo allá arriba y trata de ver si es posible decir algo sobre lo que está del otro lado.
Hablar de lo indecible es poner en peligro la supervivencia del lenguaje como portador de la verdad del hombre. Riesgo mortal. En el Castillo un hombre dicta, se pasea, y dicta, rodeado de sus ayudantes. Las palabras saturadas de mentiras y de horror, dijo Tardewski, no resumen con facilidad la vida. Wittgenstein vislumbró con toda claridad que la única obra que podía asemejarse a la suya en esa restitución suicida del silencio era la obra fragmentaria, incomparable de Franz Kafka. ¿Joyce? Trataba de despertarse de la pesadilla de la historia para poder hacer bellos juegos malabares con las palabras. Kafka, en cambio, se despertaba, todos los días, para entrar en esa pesadilla y trataba de escribir sobre ella.

(La imagen pertenece a la serie de collages Kafka & Hitles de Harley Gaber
http://harleygaber.com/kafka_hitler_collages.html)

29/8/12

Uno de mis poetas más amados: José Ángel Valente

Ahora no tienes, corazón, el vuelo...
Ahora no tienes, corazón, el vuelo
que te llevaba a las más altas cumbres.
Lates, reptante, entre las hojas secas
del amarillo otoño.
¿Y hasta cuándo en la secreta larva de ti?
¿ Volverás a nacer en la mañana,
a respirar la frialdad del aire
donde hay un pájaro?
                                              ¿Lo oyes?
Canta arriba, en las cimas,
como tú, como entonces.
Tú eres sólo latir cobijado en lo oscuro.
Al pájaro que fuiste dedicas este canto.
                                                                                 (El vuelo)


Anónimo: versión
Cima del canto.
El ruiseñor y tú
ya sois lo mismo.


Cae la noche
Cae la noche.
                   El corazón desciende
infinitos peldaños,
enormes galerías,
hasta encontrar la pena.
Allí descansa, yace,
allí, vencido,
yace su propio ser.
                    El hombre puede
cargarlo a sus espaldas
para ascender de nuevo
hacia la luz penosamente:
puede caminar para siempre,
caminar...
                     ¡Tú que puedes,
danos nuestra resurrección de cada día!

("Poemas a Lázaro" 1960)

Cerqué, cercaste....
Cerqué, cercaste,
cercamos tu cuerpo, el mío, el tuyo,
como si fueran sólo un solo cuerpo.
Lo cercamos en la noche.
Alzose al alba la voz
del hombre que rezaba.
Tierra ajena y más nuestra, allende, en lo lejano.
Oí la voz.
Bajé sobre tu cuerpo.
Se abrió, almendra.
bajé a lo alto
de ti, subí a lo hondo.
Oí la voz en el nacer
del sol, en el acercamiento
y en la inseparación, en el eje
del día y de la noche,
de ti y de mí.
Quedé, fui tú.
Y tú quedaste
como eres tú, para siempre
encendida.


Cómo se abría el cuerpo del amor herido...
Cómo se abría el cuerpo del amor herido
como si fuera un pájaro de fuego
que entre las manos ciegas se incendiara.
No supe el límite.
Las aguas
podían descender de tu cintura
hasta el terrible borde de la sed,
las aguas.

(De "Material memoria")


El temblor
La lluvia
como una lengua de prensiles musgos
parece recorrerme, buscarme la cerviz,
bajar,
lamer el eje vertical,
contar el número de vértebras que me separan
de tu cuerpo ausente.
Busco ahora despacio con mi lengua
la demorada huella de tu lengua
hundida en mis salivas.
Bebo, te bebo
en las mansiones líquidas
del paladar
y en la humedad radiante de tus ingles,
mientras tu propia lengua me recorre
y baja,
retráctil y prensil, como la lengua
oscura de la lluvia.
La raíz del temblor llena tu boca,
tiembla, se vierte en ti
y canta germinal en tu garganta.





Dos joyas filmadas por mujeres

 En los días en que estuve a media máquina vi dos joyas filmadas por mujeres:  - "Atlantics", película franco senegalesa de Mati D...